El futuro de Vaca Muerta está condicionado por la escasa disponibilidad de personal calificado y, cubrir esta creciente demanda ocupacional es uno de los desafíos centrales para el sector.
Los diferentes invitados al eje educación y empleo realizado recientemente por el Clúster Vaca Muerta, coincidió en que los puestos más críticos a cubrir son los oficios, los técnicos especializados, los mandos medios y los profesionales con carreras de grado. Por su parte, para la última encuesta de Escasez de Talento que realiza Manpower[1], los tres puestos más difíciles de cubrir en el sector de petróleo y gas son: técnicos, ingenieros y oficios calificados.
A pesar de la criticidad de esta situación, las empresas del sector toman lo que tienen a mano[2] apostando a sus propios planes de formación, transfieren personal de otras residencias o promueven su rotación de otras operaciones, etc. Es decir, palían la escasez de talentos con medidas que incluso disparan otros inconvenientes: alta rotación de personal, sobrevaluación salarial, conflictividad social ante la ocupación foránea, accidentología derivada de la escasa calificación, sobrecarga de tareas, por solo mencionar algunas.
Esta creciente demanda ocupacional presiona al sistema educativo y lo enfrenta a la tensión calidad/masividad pues se trata de formar integralmente a un gran público interesado en insertarse o permanecer en el sector. El desafío implica a las instituciones educativas en todos sus niveles pero también a las empresas del sector como principal destino ocupacional de sus egresados. Sin embargo, la explosión de Vaca Muerta también traccionó la reciente creación de Cursos y Tecnicaturas Superiores (TS) afines e Instituciones Educativas de gestión privada. Efectivamente, el mapa formativo zonal revela que desde el año 2013 la cantidad de Carreras afines es la siguiente:
- Carreras Terciarias Específicas (Petróleo, Hidrocarburos): se incrementó de 3 a más de 15
- Carreras Terciarias Auxiliares (Seguridad e Higiene, Logística): 18 aproximadamente
Dada la desigualdad de condiciones en que se realizan los procesos educativos y, que el 95% de esta oferta es de carácter privado, la tarea de cubrir las demandas ocupacionales de la Industria Petrolera se ve atravesada por dos variables que atentan contra la calidad: escasos controles del organismo regulador y mercantilización de la oferta. Si bien las definiciones curriculares están reguladas por legislación específica, la reglamentación no garantiza calidad. Para corroborar esto, solo basta analizar las cargas horarias exigidas por unas y otras Instituciones para cursar sus carreras. La pobre exigencia de cursar dos o tres clases semanales, difícilmente alcance para desarrollar las competencias que certifican todos estos títulos con idéntica Validez Nacional.
Claramente, la pretensión de excelencia educativa en la formación de talentos para la Industria Petrolera requiere "inversiones" de las Instituciones responsables y no solo económicas. De otro modo continuará la actual perplejidad de la Industria al evaluar la calidad de las instituciones educativas en el desempeño de sus graduados y el desconcierto de la comunidad ante tanta diversidad formativa legitimada por el organismo regulador.
[1] http://www.manpowergroup.com.mx/uploads/estudios/Escasez_Talento_2015.pdf
[2] http://www.laguiapetrolera.com.ar/Vaca-Muerta-sufre-la-falta-de-mano-de-obra-calificada-n-4196.html